La apertura del año judicial en Castilla-La Mancha, celebrada ayer en Albacete, se convirtió en un auténtico alegato reivindicativo de las necesidades de la justicia castellano-manchega. Y es que la Región se sitúa al a cola del país en cuanto a jueces por habitantes como en cuanto a fiscales por habitante. Así lo desvelaron ayer en sus discursos tanto el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJ-CM), Vicente Rouco, como el fiscal superior de la Comunidad, José Martínez Jiménez, que hicieron especial hincapié en las necesidades de la justicia castellano-manchega. En ese acto quedó en evidencia que Castilla-La Mancha ocupa el último puesto en cuanto a jueces por cada 100.000 habitantes (apenas 8,3 frente a los 10,3 de la media nacional), y que las cinco provincias castellano-manchegas se encuentran entre las nueve últimas en cuanto a número de fiscales por habitante (Albacete ocupa el puesto 43 con un fiscal por cada 26.499 habitantes, cuando la media nacio
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