La apertura del año judicial en Castilla-La Mancha, celebrada ayer en Albacete, se convirtió en un auténtico alegato reivindicativo de las necesidades de la justicia castellano-manchega. Y es que la Región se sitúa al a cola del país en cuanto a jueces por habitantes como en cuanto a fiscales por habitante. Así lo desvelaron ayer en sus discursos tanto el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJ-CM), Vicente Rouco, como el fiscal superior de la Comunidad, José Martínez Jiménez, que hicieron especial hincapié en las necesidades de la justicia castellano-manchega.
En ese acto quedó en evidencia que Castilla-La Mancha ocupa el último puesto en cuanto a jueces por cada 100.000 habitantes (apenas 8,3 frente a los 10,3 de la media nacional), y que las cinco provincias castellano-manchegas se encuentran entre las nueve últimas en cuanto a número de fiscales por habitante (Albacete ocupa el puesto 43 con un fiscal por cada 26.499 habitantes, cuando la media nacional se sitúa en 22.352).
Todo ello con un continuo incremento de la litigiosidad durante los últimos ejercicios «cifras que se sostienen durante 2010», admitió el presidente del TSJ. De hecho, se pasó de los 316.334 asuntos ingresados durante el año 2008 a los casi 350.000 de un año más tarde, lo que representa un incremento superior al 10%. Rouco recordó que este aumento fue particularmente elevado en la jurisdicción civil tras pasar de 66.000 a 88.000 asuntos ingresados entre 2008 y 2009, un aumento del 32% y ello pese a que de 2007 a 2008 el número de asuntos ingresados en la jurisdicción civil ya se había incrementado un 33%.
En ese acto quedó en evidencia que Castilla-La Mancha ocupa el último puesto en cuanto a jueces por cada 100.000 habitantes (apenas 8,3 frente a los 10,3 de la media nacional), y que las cinco provincias castellano-manchegas se encuentran entre las nueve últimas en cuanto a número de fiscales por habitante (Albacete ocupa el puesto 43 con un fiscal por cada 26.499 habitantes, cuando la media nacional se sitúa en 22.352).
Todo ello con un continuo incremento de la litigiosidad durante los últimos ejercicios «cifras que se sostienen durante 2010», admitió el presidente del TSJ. De hecho, se pasó de los 316.334 asuntos ingresados durante el año 2008 a los casi 350.000 de un año más tarde, lo que representa un incremento superior al 10%. Rouco recordó que este aumento fue particularmente elevado en la jurisdicción civil tras pasar de 66.000 a 88.000 asuntos ingresados entre 2008 y 2009, un aumento del 32% y ello pese a que de 2007 a 2008 el número de asuntos ingresados en la jurisdicción civil ya se había incrementado un 33%.
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Fuente: laverdad.es
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