01 de septiembre, la peor fecha del calendario.
Inicio del curso judicial, fin de las vacaciones y vuelta a la rutina “notificacional”.
Pretenden que en un día regularicemos y pongamos al corriente las notificaciones realizadas por los Juzgados durante todo el mes de agosto, que sí, los funcionarios de justicia en agosto trabajan, a su ritmo, pero trabajan. Estoy seguro que muy poquitos de ellos se han cogido todo el mes de vacaciones completo por lo que el que más y el que menos alguna notificación ha diligenciado este agosto y como son muchos muchos pocos hacen mucho y en septiembre hay un volumen importante de notificaciones que, como ya he dicho, pretende este sistema que las asumamos y tramitemos todas el día 01.
Este año el 01 de septiembre hemos tenido un aliado inesperado, el tan criticado, denostado, maltratado y por algunos alabado sistema de notificaciones Lexnet que se ha “caído” durante un par de horas (me imagino que por saturación). La incapacidad del servicio de notificaciones telemáticas se ha convertido en nuestro salvador para este día 01, por que el 02 han entrado todas las pendientes, escalonando las notificaciones. Y ha tenido que ser el sistema por su caída, no por benevolencia de los funcionarios a la hora de enviarnos las notificaciones que parece que a alguien le molesta que queramos tener derecho al descanso.
Aun así el volumen sumados los dos primeros días de septiembre ha sido grande, inasumible para una jornada laboral de 8 horas; pero con tesón nos ponemos al día y tramitamos todas las notificaciones controlando plazos, señalamientos y trasladándolas a clientes y abogados.